Bolonia, 27 de abril de 2023
Hoy en Bolonia se han entonado en diversas lenguas himnos de alabanza y de gratitud al Señor, nuestro Dios, porque nos ha reunido desde diversas partes del mundo, como familia en fiesta y como familia unida, para dar comienzo a nuestro XVII Capítulo General, que reúne a las 43 Capitulares representantes de las 13 naciones en las que, como Clarisas Franciscanas Misioneras del Santísimo Sacramento, vivimos y trabajamos.
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urante la solemne concelebración eucarística presidida por nuestro Hermano y Pastor, Card. Matteo Maria Zuppi, encomendamos juntas a Dios nuestro Padre, Único y Supremo Bien, este importante acontecimiento de sinodalidad y de gracia abundante que se derrama para nuestro bien y el de todos. Como María y los apóstoles reunidos en el Cenáculo, también nosotras estaremos reunidas hasta el 26 de mayo, en este “Cenáculo” nuestro que abraza al mundo entero y nos hace sentir cercanas a cada una de nuestras hermanas y a cada una de las comunidades eclesiales que dan testimonio del Evangelio en el mundo.
A la escucha del Espíritu, en estos días, queremos discernir entre las muchas voces Su Voz. Queremos estar abiertas a escucharnos unas a otras, para buscar juntas lo que Dios y la humanidad nos piden en el momento actual de la historia.
A la escucha del Espíritu, queremos reorganizar nuestra vida para que sea más profundamente eucarística, más audaz y valiente en su carácter misionero, más atenta al grito de nuestros hermanos pobres y necesitados, tal como nos han invitado las palabras de nuestro Cardenal: redescubrir la belleza de nuestro carisma eucarístico-misionero, que se expresa en el SER y en el IR, para testimoniar con alegría lo que experimentamos diariamente en la contemplación de Jesús presente en la Eucaristía.
¡Corazones atentos y pies en camino! Misioneras adoradoras del Santísimo Sacramento.
Estos días, entonces, serán una oportunidad para construir puentes de comunión, para caminar y hacernos peregrinas juntas, porque sólo “juntas”, al estilo sinodal, podremos soñar y delinear el futuro de nuestra familia de Clarisas Franciscanas Misioneras del Santísimo Sacramento en el mundo.
Hagamos nuestra la invitación que el Papa Francisco, en una carta llena de calidez y familiaridad, dirige en esta ocasión a nuestra Madre General, y a través de ella, a todas nosotras: “Como hijas espirituales de santa Clara, las exhorto a redescubrir la belleza de “estar con Él”; mujeres orantes que a través de la contemplación, la meditación y la adoración ardiente del Misterio eucarístico saben encarnar una actitud humilde y escondida, valiente al dejarlo todo con alegría para seguir al Maestro por los caminos del mundo, para ser centinelas del amor misericordioso de Dios…”. Como san Francisco de Asís, cultiven la audacia de corazón, dispuestas a vivir y anunciar el Evangelio en el estilo de la itinerancia, con pasión evangelizadora y entregadas al servicio gratuito de los más necesitados, especialmente de los marginados de la sociedad, de los muchos, demasiados pobres y abandonados de nuestro tiempo… Reaviven en ustedes la alegría perfecta, convirtiéndose en la “sonrisa del Padre” para todos los que encuentren en el camino, para que vean en ustedes el rostro amoroso del Altísimo, Omnipotente, Buen Señor”.
Ponemos estos sentimientos, estos deseos y aspiraciones del corazón, los ponemos hoy en manos de nuestro Padre amoroso y providente, para que Él los bendiga, los transforme y los haga fecundos en las páginas de la historia que volveremos a escribir, con Él y en Él, para el futuro.
Compartimos el texto íntegro de la Carta del Papa Francisco