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rancesca Farolfi, nacida en Tossignano d’Imola el 7 de octubre de 1853, abandonó a su familia a los 20 años para ingresar en el convento de las Terciarias Franciscanas de Forlì, tomando el nombre de Serafina di Gesù, con la tarea específica de dar a la antigua institución una nueva orientación adecuada a las necesidades de la época.
Sed esposas de Jesucristo. Inmoladas a su amor inefable, viviendo sólo para Él… (M. Serafina)
- 7 de octubre de 1853: Francesca Farolfi nace en Tossignano d’Imola (Bolonia)
- 8 de octubre de 1853: es bautizada con los nombres de Francesca, Giustina, Angela, Brigida. El mismo día es consagrada a la Virgen venerada en Tossignano, conocida como “Madonna della Spiga”
- 18 de abril de 1861: recibe el sacramento de la Confirmación
- 12 de abril de 1863: primera Eucaristía
- Agosto de 1873: se gradúa como profesora en el Instituto “Tavelli” de Rávena
- 28 de octubre de 1873: ingresa en las Hermanas Franciscanas de Santa Elisabetta en Forlì
- 28 de octubre de 1874: ingresa en el noviciado con el nombre de hermana Serafina del Corazón Apasionado de Jesús
- 28 de octubre de 1875: profesa la Regla de la III Orden Franciscana aprobada por el Papa León X y se llama definitivamente Hermana María Serafina de Jesús
- 29 de julio de 1893: traslada el colegio “San Francesco” a la abadía de Bertinoro (FO) a raíz de una orden prefectoral de cierre
- 29 de octubre de 1895: el obispo Ludovico Leonardi accede a la petición de María Serafina y de sus ocho compañeras de someterse a su jurisdicción. Con el decreto del obispo Leonardi, se produce la separación de las Hermanas de Santa Elisabetta de Forlì
- 1 de mayo de 1898: Profesa la Regla de Santa Clara, junto con sus primeras ocho compañeras y cinco novicias. Nace el Instituto de las Clarisas Franciscanas Misioneras del Santísimo Sacramento. Es el día hecho por el Señor, “Día feliz y todo de Dios”
- 18 de junio de 1917: Muere en la abadía de Bertinoro a la edad de casi 64 años
PROMULGACIÓN DE DECRETOS DE LA CONGREGACIÓN PARA LAS CAUSAS DE LOS SANTOS Id, iluminad, llevad a todos el amor de Jesús en la Eucaristía. Santificaos vosotros, luego los demás, usad siempre una gran caridad”. (A H.ma Imelde, b. doc.4; s.doc.4.foll.62-68)
Como Jesucristo se inmola continuamente… así la Clarisa Franciscana se ofrece víctima a su Esposo Celestial, y a Él se inmola perpetuamente por los votos de pobreza, obediencia y castidad.
En una palabra, con los votos inmolamos lo que tenemos, lo que somos y lo que podemos.
(Madre Serafina, Primera redacción del CCGG, cap. III)
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